domingo, 2 de marzo de 2014

Quienes son los nazis en Ukrania



por Thierry Meyssan

Le gouvernement ukrainien, issu du coup d’État, a été reconnu par les puissances occidentales. Il comprend plusieurs membres d’organisations explicitement nazies, dont trois leaders qui se sont illustrés en réalisant de fausses images d’agression et de torture pour convaincre l’opinion publique occidentale de la cruauté du président démocratiquement élu, Viktor Ianoukovytch. Le secrétaire adjoint du Conseil de sécurité nationale revendique ses relations avec Al-Qaïda.



Le coup d’État, organisé par la CIA, à Kiev a porté au pouvoir un gouvernement représentant des oligarques et de groupes extrémistes. Parmi ses membres, on relève la présence de plusieurs leaders nazis. C’est la première fois depuis la Seconde Guerre mondiale que des politiciens se référant directement au IIIe Reich arrivent au pouvoir en Europe.

Deux de ses membres revendiquent des relations avec l’Émirat islamique du Caucase du Nord, une organisation liée à Al-Qaïda, selon les Nations Unies. Et l’un d’entre eux est parti combattre la Russie dans ce cadre.

Trois de ses membres ont participé à des opérations d’intoxication en jouant aux victimes du régime démocratique de Viktor Ianoukovytch.

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Andriy Parubiy (Андрій Парубій)












Andriy Parubiy(Андрій Парубій)

Secrétaire du Conseil national de Sécurité et de Défense (organe qui chapeaute le ministère de la Défense et les Forces armées).
Co-fondateur du Parti national-socialiste d’Ukraine (avec Oleh Tyahnybok).
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Dmytro Yarosh (Дмитро Ярош)












Dmytro Yarosh(Дмитро Ярош)

Sécrétaire adjoint du Conseil national de Sécurité et de Défense (organe qui chapeaute le ministère de la Défense et les Forces armées).
Leader de Stepan Bandera Treezoob et du Secteur de Droite.
Yarosh s’est battu en Tchétchénie aux côtés des islamistes. Le 1er mars 2014, il a appelé à l’aide l’émir du Caucase du Nord, Dokka Umarov (Доку Умаров) considéré par les Nations Unies comme un membre d’Al-Qaïda.
Dans la fausse vidéo, réalisée par Andriy Kozhemyakin avec Andrei Dubovik jouant le rôle du méchant policier, il jouait le pauvre militant que l’on humilie dans la neige.
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Oleksandr Sych (Александр Сыч)












Oleksandr Sych(Александр Сыч)

Premier ministre adjoint.
Membre du Parti de la Liberté (Svoboda/Свобода). Militant anti-avortement (même en cas de viol).
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Serhiy Kvit (Сергей Квит)














Serhiy Kvit(Сергей Квит)

Ministre de l’Éducation
Membre du Parti de la Liberté (Svoboda/Свобода).
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Andriy Mokhnyk (Андрей Мохник)












Andriy Mokhnyk(Андрей Мохник)

Ministre de l’Écologie et des Ressources naturelles.
Membre du Parti de la Liberté (Svoboda/Свобода).
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Ihor Shvaika (Игорь Швайка)












Ihor Shvaika(Игорь Швайка)

Ministre de la Politique agricole et de l’Alimentation
Membre du Parti de la Liberté (Svoboda/Свобода).
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Dmytro Boulatov (Дмитрий Булатов)
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Dmytro Boulatov(Дмитрий Булатов)

Ministre de la Jeunesse et des Sports
Membre d’Autodéfense ukrainienne (UNA-UNSO).
Il a prétendu avoir été enlevé, avoir été séquestré et horriblement torturé du 22 au 31 janvier 2014. Il partit alors en Allemagne pour y être soigné, sans avoir rencontré de journalistes. Cependant, le ministre des Affaires étrangères Léonid Kojara déclara que l’homme se portait bien et qu’il s’agissait d’une mise en scène. En définitive, il revient un mois plus tard en excellente forme.
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Oleh Makhnitsky (Олег Махницкий)












Oleh Makhnitsky(Олег Махницкий)

Procureur général d’Ukraine
Membre du Parti de la Liberté (Svoboda/Свобода).
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Tetiana Tchornovol (Татьяна Черновол)
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Tetiana Tchornovol(Татьяна Черновол)

Présidente de la Commission nationale anti-corruption
Membre d’Autodéfense ukrainienne (UNA-UNSO).
Elle a prétendue avoir été violemment agressée par des inconnus le 25 décembre 2013. Cependant, le ministre de l’Intérieur a dénoncé une mise en scène et accusé les cinq agresseurs arrêtés d’être des nervis de Vitali Klitschko. Cet événement relança le mouvement de protestation qui s’essoufflait.



Moscú invierte los papeles en Kiev

por Thierry Meyssan

Mientras los dirigentes de la OTAN se regocijan por el golpe de Estado en Kiev, presentado a la opinión pública de Occidente como una nueva revolución, en el terreno se invierte la situación. Después de desplazar a un gobierno de delincuentes que buscaban el mejor postor entre Washington y Moscú, ahora son los agentes de Estados Unidos quienes se ven obligados –ya en el ejercicio del poder– a enfrentar los disturbios que anteriormente organizaron. El problema es que el país está arruinado y nadie, sea quien sea, podrá sacarlo rápidamente de la bancarrota. Y ahora Rusia puede defender sus intereses sin tener por ello que asumir las consecuencias de los 20 años de corrupción que antecedieron la nueva situación.


Durante los Juegos de Sochi, Rusia no reaccionó ante los acontecimientos ucranianos [1]. Mientras se producían los graves desórdenes registrados en Kiev y en otras capitales de provincias ucranianas, la prensa rusa siguió dedicando sus titulares a las hazañas de sus deportistas. El Kremlin consideraba, en efecto, que en cualquier momento los enemigos de Rusia podían tratar aún de convertir la fiesta deportiva en un baño de sangre.

Tal y como estaba previsto, para el momento de la clausura de los Juegos, el poder ya había cambiado de manos en Kiev. Ampliamente desinformada, la opinión pública occidental tuvo la impresión de que se había producido una revolución proeuropea.


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Sin embargo, la divulgación de una conversación telefónica entre la secretaria de Estado adjunta, Victoria Nuland, y el embajador de Estados Unidos en Kiev, Geoffrey R. Pyatt, no deja lugar a dudas sobre la existencia del complot estadounidense [2]. A golpe de imágenes falsas, un gobierno de corruptos [3] fue presentado a la opinión como una banda de torturadores rusófilos [4]. Como en todas las demás «revoluciones de colores», misteriosos francotiradores posicionados en los techos dispararon contra la multitud y también contra la policía, y se responsabilizó al gobierno con esos hechos.

En medio de la confusión, la opinión pública occidental tuvo la impresión de que «el pueblo» se había apoderado de los palacios nacionales. La realidad es que, mientras los activistas –en su mayoría nazis– se batían en la plaza Maidan bajo los lentes de las cámaras de televisión, en otros lugares de la ciudad eran los politiqueros quienes penetraban discretamente en los palacios nacionales. Por ese lado, los europeos pueden dormir tranquilos: no fueron los nazis quienes se instalaron en el poder.

Los nazis ucranianos nada tienen que ver con la extrema derecha que se conoce en Europa occidental, por lo general abiertamente sionista (con excepción del Frente Nacional francés). Durante la guerra fría, los nazis ucranianos fueron incorporados a las redes stay-behindde la OTAN para sabotear la economía soviética. Posteriormente, Polonia [5] y Lituania se encargaron de arroparlos. Durante los pasados 3 meses de manifestaciones se les unieron islamistas tártaros especialmente traídos de regreso desde Siria, donde estaban en plena yihad [6]. Habitantes históricos de Crimea, a los que Stalin decidió dispersar por haberse unido a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, los tártaros viven hoy principalmente en Ucrania y Turquía. En la plaza Maidan demostraron la pericia adquirida en Siria: mutilando policías y sacándoles los ojos [7].

La revolución de la plaza Maidan sirve para enmascarar un golpe de Estado extremadamente clásico [8]. En presencia de «diplomáticos» estadounidenses, la Rada [parlamento ucraniano] violó la Constitución abrogándola sin referéndum. Destituyó, sin debate ni proceso, al presidente en ejercicio y puso los poderes legislativos y ejecutivos en manos del ex jefe de los servicios secretos, Alexander Turchinov.

Este nuevo dictador designó como primer ministro a Arseni Yatseniuk, lo cual coincide –¡Oh casualidad!– con los cálculos expresados desde mucho antes –en la conversación telefónica anteriormente mencionada– por la secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland. El nuevo primer ministro conformó un gabinete que fue presentado a los manifestantes en la plaza Maidan. Estos últimos, ahora mucho más numerosos y en una proporción en la que los nazis ya vienen siendo sólo una tercera parte, abuchearon a varios de miembros del nuevo gabinete porque son judíos.

En Crimea, donde está basada la flota rusa del Mar Negro y la mayoría de la población es rusa, el parlamento regional, también presa de una «inspiración revolucionaria», derrocó el gobierno local (fiel a Kiev) y nombró uno nuevo (pro-ruso). Simultáneamente, hombres uniformados, pero sin bandera ni insignias, tomaron el control de los edificios oficiales y del aeropuerto, impidiendo así la posible llegada de fuerzas enviadas por el nuevo gobierno de Kiev.

En Kiev, la Rada denunciaba un acto de injerencia rusa y llamaba a que se respete el Memorándum de Budapest. En 1994, Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia firmaron un acuerdo sobre el congelamiento de las fronteras de Ucrania a cambio de su renuncia al arma nuclear [9]. Para Moscú, sin embargo, ese acuerdo perdió toda vigencia desde que fue violado por Washington y Londres en el momento de la «revolución naranja» de 2004 [10] y, con más razón aún, con el golpe de Estado de la semana pasada.

¿Qué va a pasar ahora? El 25 de mayo tendrá lugar la elección del Parlamento Europeo y Kiev organiza una elección presidencial mientras que Crimea realizará un referéndum de autodeterminación. Cuando Crimea sea independiente podrá optar por reintegrarse a la Federación Rusa, de la que formó parte hasta 1954.

Por su parte, la Unión Europea tendrá que ver cómo se las arregla para responder a las esperanzas que tanto se esforzó por suscitar en Ucrania, y tendrá por lo tanto que pagar –no se sabe con qué fondos– al menos una parte de los 35 000 millones de deuda ucraniana. Por su parte, los nazis de la plaza Maidan no regresarán a la clandestinidad sino que van a exigir formar parte del gobierno.

Pero la historia no parará ahí porque todavía quedarán por resolver, para el Kremlin, los problemas de la parte oriental de Ucrania –con una numerosa población rusa y una importante industria de defensa– y también de Transnitria (la antigua Besarabia, que sirvió en el pasado de centro de investigación para la cohetería soviética). Este pequeño país, de población rusa, que no aparece en los mapas porque no es miembro de la ONU–, proclamó su independencia en el momento de la disolución de la URSS pero aún está considerado como parte de Moldavia. Resistió valientemente a la guerra que contra él desataron en 1992 Moldavia, la fuerza aérea rumana y los consejeros de la OTAN [11]. Logró conservar el modelo social soviético, adoptando a la vez instituciones democráticas, y hoy en día una «fuerza de paz» rusa garantiza su seguridad [12]. Como mínimo, una veintena de kilómetros cuadrados de territorio ucraniano podrían sublevarse y unirse a Transnitria, ofreciéndole así una salida al Mar Negro, pero Ucrania se vería entonces separada de su apéndice occidental. En el mejor de los casos, para unir territorialmente la península de Crimea con el territorio de Transnitria habría que tomar varios cientos de kilómetros de costa, incluyendo la ciudad de Odesa.

Por lo tanto, continuarán los desórdenes en Ucrania. Con la diferencia de que Estados Unidos y la Unión Europea se verán ahora en la situación del «cazador cazado» y será su turno de enfrentar el caos. Además de la pesada carga financiera, ¿cómo van a arreglárselas para controlar a sus victoriosos aliados nazis y yihadistas? La demostración de fuerza orquestada por Washington se halla ahora a punto de convertirse en un fiasco [13].


[1] «Después de Yugoslavia, ¿le ha llegado el turno a Ucrania?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de febrero de 2014.

[2] «Conversación entre la secretaria de Estado adjunta y el embajador de Estados Unidos en Ucrania»,Oriental Review/Red Voltaire, 8 de febrero de 2014.

[3] «L’Ukraine brade son secteur énergétique aux Occidentaux», por Ivan Lizan, Однако, Red Voltaire, 2 de marzo de 2013.

[4] «Imágenes falsas en Ucrania», Red Voltaire, 6 de febrero de 2014.

[5] «Polonia, nueva cabeza de playa en el plan desestabilizador de la OTAN», por Andrew Korybko, Oriental Review, Red Voltaire, 28 de febrero de 2014.

[6] «Yihadistas dan servicio de seguridad a los manifestantes de Kiev», Red Voltaire, 4 de diciembre de 2013.

[7] «Евротвари выкололи глаз и отрубили руку пленному бойцу»,YouTube, 21 de febrero de 2014.

[8] «Golpe de Estado proestadounidense en Ucrania», Red Voltaire, 24 de febrero de 2014.

[9] “Memorandum on Security Assurances in connection with Ukraine’s accession to the Treaty on the Non-Proliferation of Nuclear Weapons”, Voltaire Network, 5 de diciembre de 1994.

[10] «Moscú y Washington se enfrentan en Ucrania», por Emilia Nazarenko; «Ucrania: la calle contra el pueblo», Red Voltaire, 24 y 29 de noviembre de 2004.

[11] «En 1992, Estados Unidos trató de aplastar militarmente la Transnistria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de abril de 2010.

[12] «Tiraspol, base avancée de l’armée russe?», por Arthur Lepic,Réseau Voltaire, 15 de agosto de 2007.

[13] «¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 23 de febrero de 2014.