por iescolar
Un año después de aumentar el número de diputados regionales, la presidenta castellanomanchega quiere reducirlos a la mitad ante las malas perspectivas electorales del PP
María Dolores de Cospedal va a batir un récord mundial de populismo: dos reformas electorales en poco más un año (imaginen si lo hacen en Venezuela, por comparar). ¿La razón? Que la presidenta autonómica de Castilla-La Mancha está cayendo en las encuestas desde que ganó y, a este paso, la doña se va a estrellar. Para evitarlo, el año pasado cambió el reparto de escaños y amplió de 49 a 53 los diputados autonómicos, premiando a las provincias donde al PP le va mejor. Como ni siquiera así le basta para ganar, ahora proyecta una segunda reforma para rebajar el número de diputados a 25 y así garantizar una reelección que hoy está en cuestión.
La segunda reforma electoral de Cospedal es una aberración. Obliga a un mínimo de entre el 14% y el 18% de los votos provinciales para lograr un escaño; es la garantía de que IU no podrá conseguir ni un diputado autonómico, algo que, según las encuestas, alcanzaría con la ley en vigor. Es un pucherazo que el PP justifica con la excusa habitual: hay que ahorrar.
El ahorro de eliminar 24 escaños es más que dudoso y casa mal con la primera reforma electoral de Cospedal, que aumentó el número de diputados. No se acaba de entender por qué en 2012 no pasaba nada por ampliar el parlamento castellanomanchego y un año después hay que dejarlo a la mitad, en aras de la austeridad. Pero el argumento del ahorro queda completamente en evidencia cuando se recuerda que Cospedal quitó el sueldo a los diputados autonómicos. ¿Qué gasta un diputado que no cobra? ¿El asiento?
Mientras Cospedal quiere ahorrar (en disgustos electorales), sigue gastando más y más en su corte personal. Quitar el sueldo a los diputados recortó poco más de un millón de euros anuales. Mientras tanto, el gasto en asesores y altos cargos ha crecido un 170%. Ya son 59 millones de euros anuales; cuando el PP llegó al poder, eran solo 22.
Si la secretaria general del PP culmina este pucherazo, propongo un lema para su próxima campaña electoral. Vota María Dolores de Cospedal: el doble de asesores con la mitad de democracia.
Antes de las pasadas elecciones, el expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda cambió también la ley electoral para dar un escaño más a Toledo y otro a Guadalajara, las provincias que más habían crecido en población; el parlamento castellanomanchego pasó así de 47 a 49 escaños. ¿Qué dijo entonces María Dolores de Cospedal? Pasen y lean en la hemeroteca de ABC: "Un auténtico golpe de Estado". "Recuerda los modos y maneras de Hugo Chávez", Barreda "maneja la ley electoral a su antojo y en beneficio propio, en detrimento de la democracia".
Irónicamente, el PP se llevó los dos nuevos escaños.
Un año después de aumentar el número de diputados regionales, la presidenta castellanomanchega quiere reducirlos a la mitad ante las malas perspectivas electorales del PP
María Dolores de Cospedal va a batir un récord mundial de populismo: dos reformas electorales en poco más un año (imaginen si lo hacen en Venezuela, por comparar). ¿La razón? Que la presidenta autonómica de Castilla-La Mancha está cayendo en las encuestas desde que ganó y, a este paso, la doña se va a estrellar. Para evitarlo, el año pasado cambió el reparto de escaños y amplió de 49 a 53 los diputados autonómicos, premiando a las provincias donde al PP le va mejor. Como ni siquiera así le basta para ganar, ahora proyecta una segunda reforma para rebajar el número de diputados a 25 y así garantizar una reelección que hoy está en cuestión.
La segunda reforma electoral de Cospedal es una aberración. Obliga a un mínimo de entre el 14% y el 18% de los votos provinciales para lograr un escaño; es la garantía de que IU no podrá conseguir ni un diputado autonómico, algo que, según las encuestas, alcanzaría con la ley en vigor. Es un pucherazo que el PP justifica con la excusa habitual: hay que ahorrar.
El ahorro de eliminar 24 escaños es más que dudoso y casa mal con la primera reforma electoral de Cospedal, que aumentó el número de diputados. No se acaba de entender por qué en 2012 no pasaba nada por ampliar el parlamento castellanomanchego y un año después hay que dejarlo a la mitad, en aras de la austeridad. Pero el argumento del ahorro queda completamente en evidencia cuando se recuerda que Cospedal quitó el sueldo a los diputados autonómicos. ¿Qué gasta un diputado que no cobra? ¿El asiento?
Mientras Cospedal quiere ahorrar (en disgustos electorales), sigue gastando más y más en su corte personal. Quitar el sueldo a los diputados recortó poco más de un millón de euros anuales. Mientras tanto, el gasto en asesores y altos cargos ha crecido un 170%. Ya son 59 millones de euros anuales; cuando el PP llegó al poder, eran solo 22.
Si la secretaria general del PP culmina este pucherazo, propongo un lema para su próxima campaña electoral. Vota María Dolores de Cospedal: el doble de asesores con la mitad de democracia.
Antes de las pasadas elecciones, el expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda cambió también la ley electoral para dar un escaño más a Toledo y otro a Guadalajara, las provincias que más habían crecido en población; el parlamento castellanomanchego pasó así de 47 a 49 escaños. ¿Qué dijo entonces María Dolores de Cospedal? Pasen y lean en la hemeroteca de ABC: "Un auténtico golpe de Estado". "Recuerda los modos y maneras de Hugo Chávez", Barreda "maneja la ley electoral a su antojo y en beneficio propio, en detrimento de la democracia".
Irónicamente, el PP se llevó los dos nuevos escaños.