martes, 25 de octubre de 2011

Divide et vinces

Eso es lo que funciona y siempre funcionará: dividir para vencer.

A lo largo de la historia de la humanidad, esa premisa se ha aplicado para sacar ventajas económicas y militares.
Los métodos son diversos, pero el fin es el mismo, dividir lo que te causa un gran problema, para tener varios problemas menores que puedas manejar con más facilidad.

La condición humana en sí es la responsable.

Nos debemos  a una pertenencia. Esa puede ser religiosa, étnica, racial, política y multitud de razones que en un momento dado coesionan una comunidad o un pueblo o un segmento de la población de una nación, y la hacen difícil de quebrantar.
Ese es uno de los flancos débiles de los países modernos aunque sean democracias aparentes o dictaduras veladas.
No voy a entrar en la historia de saber porqué se ha llegado a esos gobiernos en muchos países, pues mi intención es solo avisar de lo que puede pasar teniendo en cuenta lo que ha pasado.
Ejemplos recientes del siglo XX muestran como se ha conseguido aprovechar de las  diferencias en una misma nación para fomentar el sectarismo el odio y la guerra civil.
A eso en su día se le llamó libanización, termino que de vez en cuando se usa pero se ha sustituido por balkanización: más moderno.
Los palestinos unificados bajo la bandera de la OLP, para resistir contra Israel y el sionismo, fueron divididos en facciones militares con ansias de poder y de liderar la causa. Posiblemente la corrupción sirva en este caso para dividir a esa gente.
Luego incluso esas facciones se dividieron.
Peor aún, se fomentó el segmento más radical para enfrentarlo al sector más laico, y ahí tenemos a los palestinos, peleando entre ellos, mientras los judíos se frotan las manos.
Lo que llamaron guerra civil del Líbano, es lo mismo.
Usando las múltiples comunidades religiosas que alberga, y el espíritu de pertenencia de cada libanés a ella,  era fácil de romper todo eso en mil pedazos.
 Si a eso se suma la ideología política, ya no es que se genere una división, es casi hacer una multiple raíz cuadrada dejando en migajas lo que había sido antes algo entero.
Podemos seguir con Irak, con Afghanistán y sus tribus, con Africa y varios países en pleno proceso de descomposición. Alguien se acuerda de los hutus y los tutsis?
Podemos comentar lo de Yugoslavia. Hay demasiados casos.

El patrón es el mismo: divide y vencerás.

Libia
Este es el momento de la verdad.
Asesinado el Líder, los agresores huyen dejando que afloren los sentimientos más siniestros en la población. Así son las guerras "inciviles".
Ha quedado claro quien jugaba con quien, y qué tribus ( amén de los mercenarios reclutados) estaban con los agresores y quienes no.
Una vez que se vaya la OTAN, y es la jugada maestra, dejan campo libre a las venganzas y a las vendettas y represalias que la OTAN ha cometido con el apoyo de una minoría.
Ahí empieza la división que ya se encargaron de anunciar a bombo y platillo que existía: las tribus tripolitanas vs las de la cirenaica.
Esa división no existía antes, pero preparando el terreno y planificando la división de una nación coesionada, ya se encargaron de sembrar la idea de que el pueblo estaba dividido y enfrentado.

Que no caigan los libios en ese juego. NO ES SU JUEGO.
Sí, ha sido horrible. Se han cometido auténticas atrocidades, barbaridades, crímenes, locuras. Pero si se va la OTAN no pueden seguir su juego.
Hay que tragar, hay que aguantar, hay que serenarse. Hay que parar y enfriarlo todo.
La sangre lleva a la sangre, la muerte a más muerte. Ese es el circulo vicioso de la división y signo de la victoria de la OTAN.

Ese no es el juego de los libios, ni lo se quería para Libia. NO
Libia vivía en paz, es prospera, es rica, es libre, y es un puntal de Africa.
La unión africana es una creación libia, y Libia es su gran aval. La libertad de Africa está en juego.
La independencia de Africa frente a los depredadores occidentales está en juego.
Las tribus libias tendrán que seguir el mensaje del líder libio y seguir el camino: es el único que vale. Salirse y empezar una guerra tribal a muerte será el fin de Libia como nación libre, como país independiente, y como faro para Africa.
Eso sería seguir los pasos que ha marcado con minuciosidad la OTAN para el destino de Libia.

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