sábado, 14 de septiembre de 2013

Industria de la mentira y guerra imperialista

por Domenico Losurdo

Solía decir Joseph Goebbels que es más fácil que la gente se trague una mentira enorme que una pequeña. Es un principio que la CIA ha venido aplicando durante los últimos años con el invento de masacres falsas que justifican guerras. El filósofo Domenico Losurdo analiza la facilidad sorprendente con que nos dejamos engañar.




Fotografía verdadera de la falsa masacre de Timisoara (Rumania)

En la historia de la industria de la mentira como parte integrante del aparato militaro-industrial del imperialismo, el año 1989 marcó un verdadero viraje. Nicolae Ceaucescu se mantiene en el poder en Rumania. ¿Cómo derrocarlo? Los medios de prensa occidentales comienzan a divulgar masivamente informaciones e imágenes del «genocidio» perpetrado en Timisoara por la policía del propio Ceaucescu.
Los cadáveres mutilados

¿Qué había pasado en realidad? Basándose en el análisis de Guy Debord sobre la «sociedad del espectáculo», un ilustre filósofo italiano, Giorgio Agamben, sintetizó magistralmente este caso:


«Por vez primera en la historia de la humanidad, cadáveres que habían sido enterrados hacía poco tiempo o que se hallaban aún en las mesas de las morgues fueron desenterrados apresuradamente y mutilados para simular ante las cámaras de televisión el genocidio destinado a legitimar un nuevo régimen. Lo que el mundo entero tenía ante sus ojos como la realidad real en las pantallas de televisión, era la absoluta anti-verdad y, aunque la falsificación era a veces evidente, fue de todas maneras autentificada como real por el sistema mediático mundial, para que quedara claro que lo real no era a partir de entonces otra cosa que un momento del movimiento necesario de lo falso. Verdad y falsedad se hacían así imposibles de distinguir una de la otra y el espectáculo se legitimaba solamente mediante el espectáculo.

Timisoara es, en ese sentido, el Auschwitz de la sociedad del espectáculo. Incluso se ha dicho que si después de Auschwitz es imposible escribir y pensar como antes, después de Timisoara ya no será posible mirar una pantalla de televisión de la misma manera.» [1]

El año 1989 es el año en que el paso de la sociedad del espectáculo al espectáculo como técnica de guerra comenzó a manifestarse a escala planetaria.

Varias semanas antes del golpe de Estado, o sea antes de la «revolución de Cinecittà» en Rumania [2], se producía en Praga –el 17 de noviembre de 1989– el triunfo de la «revolución de terciopelo» con una consigna inspirada en Gandhi: «Amor y verdad». En realidad, la difusión de la información falsa según la cual la policía había «matado brutalmente» a un estudiante desempeñaba un importante papel. Eso es lo que nos revela, 20 años más tarde y con satisfacción, «un periodista y líder de la disidencia, Jan Urban», protagonista de aquella manipulación: su «mentira» tuvo en aquel momento el mérito de suscitar la indignación de las masas y el derrumbe del régimen, ya debilitado [3].

Algo similar ocurrió en China. El 8 de abril de 1989, Hu Yaobang, secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) hasta el mes de enero de 1987, sufre un infarto en medio de una reunión del Buró Político y muere una semana después. La multitud de la Plaza de Tiananmen vincula su deceso al enconado conflicto político que se había manifestado en el marco de aquella reunión [4]. El fallecido se convierte de cierta forma en víctima del sistema cuyo derrocamiento se desea.

En los 3 casos, el invento del crimen y su denuncia buscan suscitar la ola de indignación necesaria para favorecer el movimiento de protesta. Esa estrategia encuentra éxito en Checoslovaquia y Rumania –países donde el régimen socialista había surgido al calor del avance del Ejército Rojo– pero fracasa en la República Popular China, fruto de una gran revolución nacional y social. Y el fracaso mismo se convierte en punto de partida de una nueva guerra mediática más masiva aún, desencadenada por una superpotencia que no tolera la existencia de rivales reales o potenciales. Esa guerra mediática aún se mantiene en vigor. Pero lo cierto es que el momento que define el viraje histórico es, en primer lugar, Timisoara, «el Auschwitz de la sociedad del espectáculo».

«Dar publicidad a los bebés»
y al cormorán

Dos años después, en 1991, se producía la primera guerra del Golfo. Un periodista estadounidense tuvo el coraje de revelar cómo se desarrolló «la victoria del Pentágono sobre los medios», o sea la «colosal derrota de los medios implementada por el gobierno de Estados Unidos» [5].

En 1991, la situación no era nada fácil para el Pentágono –ni para la Casa Blanca. Había que convencer de que la guerra era necesaria a una población que aún conservaba en mente el recuerdo de Vietnam. ¿Qué hacer? Diversos subterfugios van a reducir drásticamente las posibilidades de que los periodistas hablen directamente con los soldados o de que envíen crónicas directamente desde el frente. En la medida de lo posible, todo debe ser sometido a un filtro: la fetidez de la muerte y, sobre todo, la sangre, los sufrimientos y lágrimas de la población civil no deben irrumpir en las casas de los ciudadanos de Estados Unidos –ni de los habitantes del resto del mundo– contrariamente a lo sucedido en tiempos de la guerra de Vietnam.

Pero el problema central y más difícil de resolver es otro: ¿Cómo demonizar el Irak de Sadam Husein, que años antes había ganado méritos –a los ojos de los propios Estados Unidos– al agredir el Irán nacido de la Revolución islámica y antiestadounidense de 1979 y con tendencia al proselitismo en el Medio Oriente? El proceso de demonización no habría sido difícil si la víctima [de Sadam Husein –Kuwait–] hubiese sido [un país] angelical. Pero la operación no iba a ser nada fácil. Y no sólo debido a la implacable represión reinante en Kuwait contra toda forma de oposición. Había cosas mucho peores: los peores trabajos eran para los inmigrantes, víctimas de una «esclavitud de hecho» que tenía por demás visos de sadismo. Los casos de «serbios defenestrados, quemados, cegados o asesinados a golpes» no suscitan la menor emoción [6].



¡Pero se logró! Generosa o fabulosamente pagada, una agencia publicitaria lo resuelve todo… denunciando que los soldados iraquíes les cortan las «orejas» a los kuwaitíes que se resisten. Pero el punto culminante de esta campaña estaba por venir: los invasores habían irrumpido en un hospital «sacando 312 recién nacidos de sus incubadoras y dejándolos morir de frío sobre el suelo del hospital de Kuwait» [7]. Repetida hasta el cansancio por el presidente Bush padre, reafirmada por el Congreso, avalada por la prensa más autorizada e incluso por Amnistía Internacional, esa información tan horrible, y también detallada, no podía dejar de provocar una enorme ola de indignación: Sadam Husein era el nuevo Hitler, hacerle la guerra no sólo era necesario sino además urgente y quienes se oponían o no parecían convencidos tenían que ser considerados como cómplices más o menos conscientes del nuevo Hitler. Por supuesto, esa información era una mentira cuidadosamente fabricada y divulgada. Precisamente por eso la agencia publicitaria se había ganado su dinero.

La reconstrucción de ese caso aparece en un capítulo del libro ya mencionado aquí, con un título apropiado: «Dar publicidad a los recién nacidos» [8]. La verdad es que los recién nacidos no fueron los únicos que recibieron publicidad. Al inicio de las operaciones de guerra se difundió en el mundo entero la foto de un cormorán que se ahogaba en el petróleo proveniente de los pozos que Irak había volado. ¿Verdad o manipulación? ¿Fue Sadam quien provocó la catástrofe ecológica? ¿Hay cormoranes en esa región del mundo y en esa temporada del año? La ola de indignación, autentica y cuidadosamente manipulada, arrasaba con las últimas muestras racionales de resistencia.

Fabricación de falsedades, terrorismo de la indignación y desencadenamiento de la guerra

Viajemos en el tiempo hasta la disolución, o más bien el desmembramiento de Yugoslavia. Contra Serbia, que había sido históricamente el protagonista del proceso de unificación de ese país multiétnico, se desencadenaban una tras otra –en los meses anteriores a los verdaderos bombardeos– sucesivas olas de bombardeo mediático. En agosto de 1998, dos periodistas, un estadounidense y un alemán, «reportaban la existencia de fosas comunes con 500 cadáveres de albaneses entre los cuales había 430 niños, en los alrededores de Orahovac, donde se habían producidos intensos combates. Otros diarios occidentales retomaron la noticia y le dieron gran difusión. Pero todo era falso, como demuestra una misión de observación de la Unión Europea». [9]

Pero eso no pone en crisis la fábrica de falsedades. A inicios del año 1999, los medios occidentales comenzaban a hostigar a la opinión pública internacional con fotos de cadáveres amontonados en el fondo de una fosa y a veces decapitados y mutilados. Las explicaciones y artículos que acompañaban aquellas imágenes proclamaban que eran civiles albaneses desarmados masacrados por los serbios. Pero:

«La masacre de Racak es aterradora, con mutilaciones y cabezas cortadas. Una escena ideal para suscitar la indignación de la opinión pública internacional. Pero algo parece extraño en las características de esa matanza. Habitualmente, los serbios matan sin realizar mutilaciones […] Como nos muestra la guerra de Bosnia, las denuncias de barbaries cometidas con los cuerpos, huellas de tortura, decapitaciones, son un arma de propaganda frecuentemente utilizada […] Quizás no sean los serbios sino los guerrilleros albaneses quienes mutilaron los cuerpos.» [10].

O quizás los cadáveres de las víctimas de uno de los innumerables enfrentamientos fueron objeto de un tratamiento ulterior, para dar la impresión de ejecuciones a sangre fría y de un desencadenamiento de furia bestial, atribuido de inmediato al país que la OTAN quería bombardear [11].

El montaje de Racak no era más que el punto culminante de una campaña de desinformación obstinada e implacable. Unos años antes, el bombazo del mercado de Sarajevo había permitido a la OTAN presentarse como la instancia moral suprema, que no podía tolerar que las «atrocidades» serbias quedasen impunes. Hoy en día podemos leer, incluso en el diario italiano Corriere della Sera que «fue una bomba de origen bastante dudoso lo que provocó la masacre de Sarajevo, desencadenando la intervención de la OTAN» [12]. Con ese precedente, Racak nos parece ahora una especie de reedición de Timisoara, reedición que se prolongó por varios años. Sin embargo, incluso antes de ese caso, ya se habían registrado otros éxitos. El ilustre filósofo que había denunciado en 1990 «el Auschwitz de la sociedad del espectáculo» que había tenido lugar en Timisoara, se unía 5 años más tarde al coro dominante criticando de manera maniquea «el súbito deslizamiento de las clases dirigentes ex comunistas hacia el racismo más extremo (como en Serbia, con el programa de “purificación étnica”)» [13]. Después de haber analizado con agudeza la trágica ausencia de diferenciación entre «verdad y falsedad» en el marco de la sociedad del espectáculo, Agamben acababa por confirmarla involuntariamente al acoger expeditivamente la versión (o sea la propaganda de guerra) difundida por el «sistema mediático mundial», que él mismo había designado anteriormente como fuente principal de la manipulación. Después de haber denunciado la reducción de lo «verdadero» a «un momento del necesario movimiento de lo falso», reducción implementada por la sociedad del espectáculo, Agamben se limitaba a conceder una aparencia de profundidad filosófica a ese «verdadero» reducido precisamente a «un momento del necesario movimiento de lo falso».

Por otro lado, un elemento de la guerra contra Yugoslavia nos remite, más que a Timisoara, a la primera guerra del Golfo: el papel de los public relations.


«Milosevic es un hombre esquivo, no le gusta la publicidad, no le gusta mostrarse ni hacer discursos públicos. Parece que en el momento de los primeros anuncios de la descomposición de Yugoslavia, Ruder&Finn, la compañía de relaciones públicas que trabajaba para Kuwait en 1991, fue a verlo para proponerle sus servicios. Y la pusieron de patitas en la calle. En cambio,Ruder&Finn fue contratada por Croacia, por los musulmanes de Bosnia y los albaneses de Kosovo a cambio de 17 millones de euros al año, para proteger y promocionar la imagen de los tres grupos. ¡E hizo un excelente trabajo! James Harf, director deRuder&Finn Global Public Affairs, afirmaba […] en una entrevista:“Logramos hacer coincidir, en la opinión pública, a serbios y nazis […] Somos profesionales. Tenemos un trabajo que hacer y lo hacemos. No nos pagan por dedicarnos a la moral”» [14].

Veamos ahora la segunda guerra del Golfo. En los primeros días de febrero de 2003, el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, mostraba al Consejo de Seguridad de la ONU las imágenes de los laboratorios móviles de producción de armas químicas y biológicas que supuestamente poseía Irak. Algún tiempo después, el primer ministro británico Tony Blair reforzaba la dosis: Sadam Husein no sólo tenía esas armas sino que ya había elaborado planes para utilizarlas y podía activarlas «en 45 minutos». Y de nuevo venía el espectáculo que, más que el preludio de la guerra, constituía en sí el primer acto de guerra, con la advertencia contra un enemigo que el género humano tenía que liquidar a toda costa.

Pero el arsenal de mentiras usadas o por usar iba mucho más allá. En su empeño por «desacreditar al líder iraquí a los ojos de su propio pueblo», la CIA se proponía «divulgar en Bagdad un documento filmado donde se revelaba que Sadam era gay. El video debía mostrar al dictador iraquí en plena relación sexual con un muchacho. Tenía que dar la impresión de haber sido filmado con una cámara oculta, como si fuera una grabación clandestina». También se estudiaba «la posibilidad de interrumpir las transmisiones de la televisión iraquí con una edición extraordinaria –falsa– del noticiero de televisión en la que se anunciaría que Sadam había dimitido y que todo el poder había pasado a manos de su hijo, el temido y odiado Uday» [15].

El Mal tenía que ser denunciado y estigmatizado mientras que el Bien debía aparecer en todo su esplendor. En diciembre de 1992, los Marines estadounidenses desembarcaban en el litoral de Mogadiscio. Para decirlo con más exactitud, desembarcaban allí 2 veces, pero la repetición de la operación no se debía a dificultades militares ni de logística. Había que demostrarle al mundo que, además e incluso antes de ser una formación militar de élite, los Marines estadounidenses eran una organización benéfica y caritativa que traía esperanza y sonrisas al pueblo somalí víctima de la miseria y el hambre. La repetición del desembarco-espectáculo tenía como objetivo corregir detalles erróneos y defectos. Un periodista que fue testigo del hecho explicaba:


«Todo lo que está pasando en Somalia y lo que va a producirse en las próximas semanas es un show militaro-diplomático […] Realmente, una nueva época en la historia de la política y de la guerra comenzó en aquella extraña noche de Mogadiscio […] La “Operación Esperanza” fue la primera operación militar que no sólo se filmó en vivo para las cámaras de televisión sino que además se pensó, se construyó y se organizó como un show de televisión» [16].

Mogadiscio era la contraparte de Timisoara. Unos años después de haber puesto en escena la representación del Mal (el comunismo que al fin se desplomaba) se montaba la representación del Bien (el Imperio estadounidense que surgía del triunfo obtenido en la guerra fría). Los elementos que conforman la guerra-espectáculo y que determinan su éxito están ahora claros.




[1] Mezzi senza fine. Note sulla politica, por Giorgio Agamben, Bollati Boringhieri, Turín, 1996, p. 67, y citado en Le langage de l’Empire. Lexique de l’idéologie états-unienne, por Domenico Losurdo, Delga, París, 2013, p. 313.



[2] La fine delle democrazie popolari. L’Europa orientale dopo la rivoluzione del 1989, por François Fejto, Mondadori, Milan, 1994, p. 263.

[3] «A rumor that set off the Velvet Revolution», por Dan Bilefsky, inInternational Herald Tribune del 18 del noviembre de 2009, pp. 1 e 4., citado en Losurdo 2013, p. 313.

[4] La Chine, por Jean-Luc Domenach y Philippe Richer, Seuil, París. 1995, p. 550.

[5] Second Front. Censorship and Propaganda in the Gulf War, por John R. Macarthur, Hill and Wang, Nueva York, 1992, p. 208 et 22.

[6] Macarthur 1992, p. 44-45.

[7] Macarthur 1992, p. 54.

[8] Selling Babies.

[9] «La via verso la guerra», por Roberto Morozzo Della Rocca, in suplemento del n. 1 (Quaderni Speciali) de Limes. Rivista Italiana di Geopolitica, 1999, pp. 11-26.

[10] Morozzo della Rocca, 1999, p. 24, y citado en Losurdo 2013, p. 314.

[11] Racak. De l’utilité des massacres, tomo II, por Fréderic Saillot, L’Harmattan, París, 2010, p. 11-18.

[12] «Le vittime e il potere atroce delle immagini», por Franco Venturini, in Corriere della Sera del 22 de agosto de 2013, pp. 1 et 11.

[13] Agamben 1995, p. 134-35.

[14] «Milosevic visto da vicino», por Jean Toschi Marazzani Visconti, Suplemento del n. 1 (Quaderni Speciali) de Limes. Rivista Italiana di Geopolitica, 1999, pp. 27- 34.

[15] «La Cia girò un video gay per far cadere Saddam», por Enrico Franceschini, en La Repubblica, 28 de mayo de 2010, p. 23.

[16] «Quello sbarco da farsa sotto i riflettori TV», por Vittorio Zucconi, en La Repubblica del 10 de diciembre de 1992.

La guerra en Siria empezó desde España

El ya anodino lanzamiento de dos misiles balísticos en el mediterráneo se las trae.
Este video, censurado en España, describe una realidad plausible.
 La justificación, los argumentos, las consecuencias, y lo derivado de todo ello tiene coherencia.
El acontecimiento en sí, no deja de plantear preguntas que las versiones oficiales y la propaganda no han podido solventar.

Aunque un video vale más que mil palabras ( bien usado por los asesinos, y bien comprado por los que les apoyan), ahí quedan estos enlaces, que se hacen eco de la noticia.

Alguien se ha creído que hubiese ejercicios militares conjuntos entre la USNAVY e Israel con misiles balísticos desde el mediterráneo occidental?
La prensa atlantista la cuela por si cuela.
El resto está por ver.

Entrevista con Assad :exclusiva de Rossiya-24

Zak: está muy clara la democracia y las opciones informativas, cuando no se les da voz a los que no interesan.
Sin embrago, se les da voz a los mercenarios, asesinos y criminales, y además sus miserables vídeos en youtube son "la prensa".

12/9/2013

Rossiya-24:

Mr. President, thank you very much for giving the TV channel Rossiya-24 the opportunity for this interview. The most important question at the beginning: Why has Syria agreed with the initiative of Russia to put the chemical weapons under an international control, and why came this agreement so quickly?

Bashar al-Assad:

Syria has already presented such a proposal to the UN (United Nations) over ten years ago – to free the Middle Eastern region of weapons of mass destruction, in particular, as the region is characterized by instability and wars have lasted for decades. This all began many centuries ago.

A removal of weapons of mass destruction from the region will thus have a direct impact on the stability of the region. The only ones who have opposed our former attempt were the United States. We do not appreciate it that there are even weapons of mass destruction in the Middle East. Our concern has always been the stability and peace of the region.

This is one of the sides. The other relates to the current situation. Undoubtedly, the Syrian state is trying every effort that our country and other countries of the region will not be drawn into another insane war, which some proponents of a war in the United States want to unleash in the Middle East.

To this day, we pay the price for the wars that America has unleashed, for example, in Afghanistan – although this country is very far from Syria – or in Iraq – this is now again in our immediate neighbourhood.

I have the opinion that any war against Syria will be a war that will badly affect the entire region, so that the Middle East will enter a period of instability and problems for decades. This means that also the future generations will have to do with it.

The third and most important reason is the fact of the Russian proposal by itself. Would there be no initiative, it would be very difficult for Syria to move around into this direction. Our relations with Russia are based on a mutual trust, and that trust has only increased during the time of the Syrian crisis, so within the last two and a half years. Russia has confirmed through its actions that it understands very well what is happening in our region, Russia gave a proof of its reliability and it confirmed that it is a serious power, on which one can count on.

All these reasons have induced Syria to sign the Convention on the prohibition of chemical weapons.

Rossiya-24:

The President of the United States, Mr. Obama, and U.S. Secretary of State Kerry are of the opinion that Syria has decided to put its chemical weapons under an international control only for the reason of the immediate threat of a missile attack. Is that really so?

Bashar al-Assad:

If we think about the events in relation to the U.S. threats, which existed in the past weeks, these threats had certainly not the aim of the securing of the chemical weapons. These threats were based on a provocation, carried out by the use of chemical weapons in a suburb of Damascus, Al-Ghouta.

This provocation was organized by the U.S. leadership. In other words, no one has threatened us in order to force the surrender of the chemical weapons. So that’s not true. The Americans have only begun after the G20 summit in Russia to speak about such a turn. What has us actually now caused to make this a step, so it is really only the Russian initiative and the related negotiations we have had with the Russian side.

I would like to underline it again that, if there would not be this Russian initiative, we would even not discuss this issue with any other side. So, this is a kind of American propaganda, as Kerry and his leadership, including Obama, always want to come out as the winners, who have achieved the results by the use of threats. But that does not interest us.

Rossiya-24:

Yesterday, it was to hear that Russia has submitted a stage plan for the handover of the chemical weapons under international supervision to the United States. What mechanisms are envisaged for the realization of this process?

Bashar al-Assad:

Of course, Syria will turn to the United Nations (UN) and the Organization for the Prohibition of Chemical Weapons in the coming days. Included in this are then documents of a technical nature which are necessary for the signing of the agreement. The work begins afterwards and should ultimately lead to the signing of the Chemical Weapons Convention.

This convention includes a plurality of points. One of them concerns the prohibition of the production of chemical weapons, and there is also a ban on the storage and use. Thereafter, the Convention shall enter into force. In my view, the validity of the agreement begins one month after signing, and Syria will begin to transmit data on its holdings of chemical weapons to the international organization. These are standard processes, which are provided, and we will also stick to it.

I want to express myself clearly for everyone: these mechanisms will not function one-sided. It just does not mean that Syria signs the documents, fulfils the conditions of the process, and that`s it. It is a two-way process, which aims primarily on the situation that the United States stops its policy of threats against Syria, just as it also depends on the extent to which the Russian proposal is implemented.

As soon as we have convinced ourselves that the United States are really interested in a stability in our region and stops its threats and efforts for a raid of Syria, likewise cease the arms supplies to the terrorists, then we will assume that the necessary processes to the end can be pursued, that it is effective and acceptable for Syria.

But these are, as I said, no mechanisms that are only to use from one side. Russia has a very important role to play in this, because we have no confidence and also no connections to the United States. Russia is the only country that could take on this role.

Rossiya-24:

Let’s move on with the topic of the implementation of this Russian initiative: what for an international organization should be the structure in the Syrian Arab Republic that takes over the control above the Syrian chemical weapons? We have not to handle a standard situation here.

Bashar al-Assad:

We think that a logical structure appropriate for this role is the Organization for the Prohibition of Chemical Weapons, because this organization is the only with the appropriate specialists in this area and also monitors the compliance of the Chemical Weapons Convention in all countries of the world.

We all know that Israel has signed the Chemical Weapons Convention but not yet ratified. Syria will demand it and insist that Israel will finally implement its signing of the Convention.

When we formerly had introduced a project about the abolition of weapons of mass destruction in the Middle East, the United States had impeded this project. One of the reasons for this was that Israel should be further allowed to be in possess of such weapons. If we wish stability for the Middle East, all countries must adhere to the Convention.

And the first of the countries, which has to adhere it, is Israel, because Israel has nuclear, chemical, and biological weapons, and generally any kind of mass destruction. We must continue to ensure that no country has such weapons. This alone protects us against possible upcoming, devastating and costly wars – not only in the Middle East but throughout the world.

Rossiya-24:

Syria hands over its chemical weapons to an international control. Although we already do know for sure: Russian experts have proven it that chemical weapons were used by rebels from a radical group – therefore, by terrorists – in a suburb of Aleppo.

What has to be done in your opinion in order to protect both the people of Syria and the people in the neighbouring countries against the extremists who do not shy away from the use of chemical warfare agents?

Bashar al-Assad:

The incident, which you mean, occurred last March, when the residents of the territory of Khan al-Assal near Aleppo were shelled by terrorists with rockets filled with chemical toxins. As a result of this attack, there were dozens of victims.

We turned to the UN for this reason, so that a commission of experts will be dispatched to clarify the details of this incident and to determine which of the parties is responsible for this attack.

Here, the situation is clear for us: it was the work of terrorists. At that time, the United States have opposed the secondment of experts to Syria. Consequently, we have worked together with Russian experts and gave them all the evidence that were available for us. From this evidence, it became clear that the terrorists, who are operating in northern Syria, are responsible for this attack.

What is necessary now is the return of the delegation of chemical weapons experts who were already in Syria about a week ago. They should return to Syria in order to meet an agreement that were made between us during their last stay. In this agreement, it is about investigations in several provinces, primarily in Khan al-Assal.

We need to carefully examine this matter to determine, for example, the composition of the chemical substances and thereby the country behind the application. It is equally important to also find out which countries have given these chemical substances into the hands of terrorists, so that these countries can finally be brought to justice.

Rossiya-24:

Mr. President, a clarification is still necessary: it is even realistic to seize all the existing chemical warfare agents in the hands of the terrorists?

Bashar al-Assad:

That depends on whether those countries, which maintain relations with the terrorists, will become known. Although all countries speak about that they do not support terrorists, but we know for sure that the West provides them with logistical support – and it is allegedly thereby just about “non-lethal” things or even “humanitarian aid”.

But in the end, the West and some countries of the region – such as Turkey, Saudi Arabia, formerly also Qatar – have a direct contact to the terrorists, who they do support with all kinds of weapons. We have the opinion that it was one of these countries that has provided chemical weapons for the terrorists. Of course, these countries could cease to support the terrorists with such weapons or others arms.

But there are even the terrorists who do not listen to any side, and when they get into the possession of arms and therefore have the possibility to destroy, they do no more feel obliged to anybody to do anything, also not to those, who funded and armed them.


Bashar al-Assad

Rossiya-24:

Some American media reported that alleged your officers – so officers of the Syrian Arab Army – have asked you for the approval to use chemical weapons in the fight against the armed opposition gangs. You, Mr. President, are said to have denied this permission. Nonetheless, these officers are said to have used chemical weapons on their own, especially in East Ghouta. Is this representation correct, are such operations even possible in Syria?

Bashar al-Assad:

This is nothing but a facet of American propaganda. Such propaganda always uses all kinds of lies to justify their own wars. This alleged conversation is reminiscent of what Colin Powell, under the lead of George Bush Jr., has done to justify the war against Iraq a little more than 10 years ago.

They brought evidence and have claimed that it would confirm that Saddam Hussein produces weapons of mass destruction. It later turned out that it was a lie. Today they lie in different ways, a variant is the one you have just mentioned.

The truth is, however, that such a conversation between anyone in Syria could have never taken place. This type of weapons is centrally managed (administered) in different countries and armies of the world – there are no such weapons directly in the hands of the armed forces – in other words, there are no regular troops that carry along such type of weapons – neither the land forces, nor the armoured divisions or others. It is a special type of weapons that would be used by Special Forces. So this is a completely illogical lie that no one can really believe.

Rossiya-24:

Recently, evidence were presented to the U.S. Congress, which were described as “convincing” and “indubitably” – video recordings, which should imply that the chemical weapons in the Damascus suburb of East Ghouta had been used by the Syrian Army. What can you say about this American version?

Bashar al-Assad:

They have neither the Congress nor the press and therefore not their own people even shown one single evidence, as well as not to other country in the world, not even Russia, which has participated in the negotiation process. Everything that has happened, were nothing but words, and even that is a facet of American propaganda.

The logic, however, says that one cannot use weapons of mass destruction only hundreds of meters away from its own armed forces. One cannot use weapons of mass destruction in places of residence, because this would lead to tens of thousands of victims.

Similarly, weapons of mass destruction are not used in the time of (military) advances or if the success will not fail even with ordinary types of weapons. Their logic is not convincing. Therefore, the U.S. leadership is currently in a difficult position. They lie a lot less professional than it was yet done by the George Bush administration.

The previous U.S. administration has lied, but in their lies, they knew how they could convince a part of the world of their lies – in contrast to the current U.S. government, which is not even able to convince its allies about their lies. All the talk has no meaning. It lacks any logic and is completely implausible.

Rossiya-24:

The last question I just have to ask, since it concerns the security of the entire region. Russian media has recently reported that the armed opposition gangs possibly plan another provocation in which they could use chemical weapons against Israel, namely from a territory controlled by the Syrian Arab Army. Have you such an information in your capacity as commander in chief?

Bashar al-Assad:

It was already confirmed that the terrorist groups have chemical weapons and they have already been applied in Syria against our soldiers and civilians. So there are these substances. Furthermore, we know that these terrorist gangs and those, by which they are controlled, want to provoke a military attack by the United States.

Previously, they have tried to implicate Israel in the Syrian crisis. It cannot be ruled out that this information are true and are intended to serve the mentioned objectives.

If there is war in a region, so the chaos is increasing, but when the chaos is increasing, it is essential that the territories for terrorist gangs become more permeable and thus they can cause more damage and destruction. Such threats are a real challenge, because the terrorists have chemical weapons, and there are countries that supply them with these agents.

Rossiya-24:

Thank you for answering our questions!