jueves, 10 de octubre de 2013

Libia hoy

por Polina Lavrentieva

La desintegración

En el verano de 2011, Thierry Meyssan aseguraba que no había en Libia ninguna primavera árabe y que la población de ese país no se había rebelado contra Muammar el-Kadhafi sino que los países occidentales estaban instrumentalizando el movimiento separatista de la región libia de Cirenaica. Dos años más tarde, ahí están los resultados: Trípoli ha perdido totalmente el control no sólo de Cirenaica sino también de la región de Fezzan, como han podido comprobarlo los enviados especiales de la ONU. Las riquezas de Libia están ahora en manos de diferentes pandillas y de las transnacionales estadounidenses.
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No se logra detener el proceso de desintegración de Libia desatado por el asesinato del Muammar el-Kadhafi. Así lo demuestra un nuevo informe de la ONU. En un contexto de separación de las provincias en la Libia «liberada del dictador» están registrándose ejecuciones expeditivas, una opresión política masiva y torturas.

Según el informe común de la Misión de Apoyo de la ONU en Libia (MANUL) [1] y del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, al menos 27 personas habían muerto en las cárceles de ese país a finales de 2011 [2] y había 8 000 detenidos. Estos últimos fueron encarcelados en 2011 como «partidarios de Kadhafi». La mayoría de esas personas ni siquiera han sido investigadas y nadie sabe por cuánto tiempo estarán en la cárcel ya que el sistema judicial prácticamente ha dejado de funcionar.

El New York Times indica que en la nueva Libia se arresta a la gente por motivos religiosos y étnicos o por la simple sospecha de que no son leales a «la democracia». Los prisioneros a los que tuvieron acceso los inspectores de la ONU relataron que habían sido golpeados y torturados con fuego y con privación de alimentos en las cárceles.

En abril de este año se votó en Libia una ley que prohíbe la tortura y condena los secuestros pero esa ley no tiene ningún efecto real, lo cual es solamente otro aspecto de la desintegración del Estado libio. Las regiones van retirándose poco a poco –como habíamos previsto hace 2 años en esta misma columna–, proceso que además no está exento de derramamiento de sangre.

De ese modo, el 27 de septiembre [de 2013] la región de Fezzan proclamó su independencia, o al menos su total autonomía [3], decisión que tomaron los jefes tribales «por el mal trabajo del Congreso». En junio, la región [rica en petróleo] de Cirenaica [4] tomó una decisión similar. De las tres regiones históricas de Libia, únicamente la Tripolitania sigue formando parte del país. Por el momento, no hay fuerza capaz de reunir de nuevo a esos tres Estados históricos que conformaban la nación libia desde 1951.

[1] Sitio web de la Manul en inglés y árabe.

[2] “Torture and Deaths in Detention in Libya”, Unismil Report, octubre de 2013.

[3] «Libye "nouvelle": la région de Fezzan proclame son indépendance», Irib, 27 de septiembre de 2013.

[4] «Ливии официально больше нет. Восток объявил "нефтяное государство"» [Oficialmente, Libia ya no existe. El este se declara petroEstado], Odnako, 7 de marzo de 2012.


Secuestro del primer ministro libio Ali Zeidan




Un grupo armado secuestró al primer ministro libio, Ali Zeidan [a la izquierda en la foto], en Trípoli el 10 de octubre de 2013, en el hotel Corinthia, donde reside desde que regresó a Libia.

El ex diplomático libio Ali Zeidan había desertado en los años 1980. El 7 de octubre de 1981 fundó en Khartum elFrente Nacional de Salvación de Libia, junto al actual jefe de Estado Mohamed Magariaf. Esa formación, que es sólo una fachada de la Hermandad Musulmana, organizó varios intentos de golpes de Estado –como el del 8 de mayo de 1984– financiados por Arabia Saudita y Estados Unidos. Con sus sucesivas intentonas golpistas el Frente Nacional de Salvación de Libia mató en realidad muchos más libios que el régimen de Muammar el-Kadhafi en su 41 años de gobierno.

Refugiado en Suiza, Ali Zeidan estuvo además entre los fundadores de la Liga Libia de Derechos Humanos. En 2011, esa estructura presentó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, un informe falso donde acusaba a Muammar el-Kadhafi de haber asesinado a más de 6 000 opositores. Fue en base a ese falso informe que el Consejo de Derechos Humanos puso «el caso de Libia» en manos del Consejo de Seguridad de la ONU, que a su vez dio a la OTAN la misión de imponer una zona de exclusión aérea sobre el territorio libio para proteger a la población de la represión [1]. Y lo que hizo la OTAN fue derrocar el régimen. Mohamed Magariaf se convirtió entonces en presidente y Ali Zeidan en primer ministro.

Durante la guerra contra Libia, Ali Zeidan fue uno de los miembros más influyentes del Consejo Nacional de Transición (CNT), reconocido como único representante del pueblo libio por los mismos países que desataron la guerra contra Libia. Sin embargo, según un documento presentado por Estados Unidos al Comité de Sanciones de la ONU y revelado por la Red Voltaire, el CNT era financiado en secreto por el Libyan Information Exchange Mechanism (LIEM), un órgano informal creado en Nápoles únicamente por Estados Unidos [2].

En resumen, el señor Zeidan es un miembro de la Hermandad Musulmana y fue pagado por Estados Unidos para engañar a la comunidad internacional y ayudar a la OTAN a derrocar el régimen de Muammar el-Kadhafi.

El secuestro de Aliz Zeidan parece ser una respuesta de al-Qaeda al reciente secuestro –también en Trípoli– de Abu Anas al-Libi por un comando estadounidense [3].

[1] Entrevistado en Ginebra por la Red Voltaire, el secretario general de la Liga Libia de Derechos Humanos, Silman Buchuiguir, reconoció ante una cámara la manipulación de aquel informe. Esa entrevista, realizada por Julien Teil, aparece en su film La Guerre humanitaire en Libye.

[2] «Washington tente de voler 1,5 milliard de dollars pour payer ses salariés du CNT», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 16 de agosto de 2011.

[3] «Estados Unidos secuestra uno de sus ex agentes en Libia»,Red Voltaire, 8 de octubre de 2013.