lunes, 14 de julio de 2014

Quién controla Google


Israeli Prime Minister Netanyahu's Google Doodle. Source: P.M. Netanyahu / Facebook.
El Primer Ministro de Israel, Netanyahu, retoca el logo de Google en su facebook.
Para ver los miembros directivos, pulsa aquí.
No se pierde ni una reunión del Club Bilderberg. Ocupó altos cargos anteriormente dentro de la empresa de software judía Sun Microsystems.
Yo no me pondría esas gafas.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Stanford.

Para ver los miembros de la Junta directiva, entra aquí.
Otro judío educado en Stanford.
John L. Hennessy (europeo)
Educado en la universidad de Stanford. Como podemos observar, los altos cargos lo ocupan bien judíos o no-judíos educados en universidades de élite, dentro de esferas de influencia judía/jesuita.
Ann Mather (White European)
Se educó en la Universidad de Cambridge (reservada para la élite). Antes de trabajar en Google, pasó por distintas productoras judías, como Paramount Pictures, Walt Disney o Buena Vista International.
Se educó en St Ignatius’ College, un colegio jesuita. No se puede negar que tenga rasgos judíos.
K. Ram Shriram (indio)
Se educó en Loyola College, un colegio jesuita en la India. Y, posteriormente, en la Universidad de Madras (también jesuita). Antes de trabajar en Google, ocupó altos cargos dentro de Amazon. Todo está conectado: Amazon – Google – Facebook – IBM, etc.
Shirley M. Tilghman (casada con el judío Joseph Tilghman)
También fue directora de Princeton (universidad de élite) de 2001 a 2013.
De los 6 puestos directivos de Google, 4 son judíos o están casados con judíos. Es decir, un 67%. De los 10 directores, 4 son judíos o están casados con judíos (40%). Todos sin excepción se han educado en Universidades de élite (principalmente en Stanford y Princeton), 2 de ellos en colegios jesuitas. Los Judíos representan aproximadamente el 2% de la población en los EE.UU.. Por lo tanto, los judíos están sobrerrepresentados en la directiva de Google 33,5 veces (3350%) y, entre los directores, 20 veces (2000%).
Los Judíos no están sobrerrepresentados en las altas esferas por los méritos o talento que puedan disfrutar a nivel individual. Se llama “Network”, o “enchufe”, contactos. Los puestos de poder son, en primer lugar, puestos de confianza. Los judíos se promueven entre ellos, y excluyen al resto.
Lo que marca la diferencia es la influencia de su colectivo, sin lugar a dudas el mejor organizado, el más etnocéntrico y consciente de su identidad que existe sobre la Tierra. Sólo así se pueden alcanzar semejantes cifras de sobrerrepresentación.