sábado, 7 de junio de 2014

República vs Monarquía



Aunque el dilema fundamental no es si república o monarquía: el pueblo se ha manifestado.
Las fotos lo dicen todo.
El pueblo está harto, y esta abdicación no deja de ser una táctica dilatoria que en un momento dado prepara otros movimientos.
Por mucho que se grite república en las calles, igual que muchas otras tantas manifestaciones a los largo del mundo, eso no quiere decir que cambie "el régimen".
Si las primaveras y las revoluciones de colores son una patraña manipulada por la CIA y los poderes facticos, esta podría ser otra en el momento justo en que el sistema se tambalea.
Da igual el color PPSOE que han ganado, poco, pero han ganado en las elecciones europeas.
Lo que está en juego, es el ascenso del pueblo al poder.
Gente que grita libertad.
Gente que va contra el sistema.
Los tan cacareados anti-sistema, palabro tendencioso para decir mala gente e identificar a todos los que luchan por sus derechos como gente vándala y violenta.
Ser anti sistema, es romper ante todo el sistema capitalista.
Y eso pasa por tener principios y no beber coca-cola.
Ser anti sistema es vivir en él, sacar lo mejor de él e intentar cambiarlo y sino, reventarlo, porque ellos lo hacen: si pueden te revientan sin miramientos.
También es saber quién es quién.
Ser libre siempre ha sido muy duro, y se paga muy caro, pero el precio merece la pena.
El miedo es su peor enemigo.
Pero ahora son "ellos" los que tiene miedo, porque son pocos y cobardes, y la multitud está más que harta.
Las europeas los han demostrado, entre una inmensa abstención, y un voto anti capitalista y anti imperialista en auge.
Veremos en las próximas elecciones generales cómo se comporta el pueblo, y qué hace el poder mientras tanto.
Me huele que su miedo es más peligroso para el pueblo que lo que el pueblo es para ellos.



No a la corona hereditaria española

En solidaridad con el personal de "El Jueves" que ha renunciado a su trabajo por censura o autocensura de RBA.
Por un país democrático.
Por la libertad en general, y por la de expresión en particular.
Porque la democracia sea real ya, de una vez, sin que sea a base de bombas ni ejércitos asesinos.